La climatización fue increíble, con una estufa de pellet en el salón que nos mantuvo calentitos y radiadores eléctricos en las habitaciones. ¡Fue súper acogedor! Los colchones eran una maravilla, dormimos como bebés. En la cocina había de todo lo necesario, así que pudimos cocinar nuestras propias comidas fácilmente. Además, la dueña fue encantadora y muy servicial. Nos encantó lo limpio que estaba todo, y el sitio era realmente tranquilo y apartado, perfecto para escapar del bullicio de la ciudad. estaba muy coqueta y bien cuidada, con prácticamente todo lo que necesitábamos durante nuestra estancia. Los dueños eran súper majos y el pueblo era muy chulo. Estábamos muy cerca del Monasterio de Veruela, que merecía mucho la pena visitar, y también del Moncayo. Definitivamente queremos volver a este lugar. ¡Gracias Natalia por todo!

Nos alojamos en Casa Tuerta Villa y la experiencia fue maravillosa. La casa era muy coqueta y estaba muy limpia. Tenía prácticamente todo lo que necesitábamos durante nuestra estancia. Los dueños fueron muy amables y el pueblo era encantador. Además, la ubicación era perfecta, ya que estábamos muy cerca del Monasterio de Veruela, que merece mucho la pena visitar, así como del Moncayo.

Absolutamente nada ☺️

Casa equipada completamente y aprovechada al máximo. Encantador pueblo y vecinos. Propietaria disponible y encantadora. Habitaciones amplias y confortables. Toallas de calidad y ropa de cama agradable. Posibilidad de estar "a la fresca" en la puerta. Casa acogedora. Anfitriona muy amable.

No hubo nada que no me gustase.

La casa era muy bonita y tenía todas las comodidades que se pueden desear, como una lavadora y un lavavajillas, con los productos necesarios también. Además, estaba impecable, limpísima y con una agradable fragancia en la ropa de cama. Otro aspecto positivo fue la atención de la anfitriona, quien fue encantadora y cordial. disfrutamos de la tranquilidad y la privacidad del lugar, ya que estaba apartado de la ciudad.

Hubo algunos aspectos negativos que vale la pena mencionar. El acceso a la casa era complicado, ya que estaba ubicada en una calle estrecha sin salida, lo que dificultaba el aparcamiento.

Mi estancia en Casa Tuerta fue maravillosa. La casa estaba equipada con todo lo necesario y estaba impecablemente limpia. Los colchones eran muy cómodos y las habitaciones amplias y confortables. Además, la propietaria fue encantadora y siempre disponible para cualquier consulta. El pueblo en el que está ubicada es encantador y sus vecinos también. Gracias, Natalia.

Aunque en líneas generales todo fue perfecto, me gustaría mencionar algunos detalles que podrían mejorar. Por un lado, algunos somieres eran algo incómodos y hacían ruido, especialmente en las camas de la última planta.

La cocina está totalmente equipada, limpia y ordenada. Las habitaciones son amplias y confortables. Las toallas son de calidad y la ropa de cama muy agradable. Posibilidad de relajarse al aire libre en la puerta. La casa es acogedora y la anfitriona es muy amable.

Me sentí verdaderamente mimado, no tengo ninguna razón para quejarme.

Anfitriona agradable y cordial

Casa limpia y bien equipada. Fácil aparcamiento cerca del pueblo.- Habitaciones amplias y confortables.- Toallas de calidad y ropa de cama agradable.- Cocina completa y ordenada.- Posibilidad de disfrutar del exterior.- Cerca de lugares de interés turístico

No hay nada malo que decir.

Acabo de regresar de Casa Tuerta después de una estancia increíble. Pasé una semana allí junto con mi familia y nos quedamos muy satisfechos con nuestra experiencia. La casa estaba equipada con todo lo que necesitábamos, especialmente la cocina que tenía todo lo necesario para preparar nuestras comidas. Además, la casa era muy acogedora y estaba muy limpia, lo que hizo que nos sintiéramos como en casa. Otro punto a destacar fueron los colchones, que eran muy cómodos y nos permitieron descansar y dormir profundamente. Además, la ubicación de la casa era perfecta, ya que estábamos muy cerca del Monasterio de Veruela y del Moncayo, dos lugares que merecían la pena visitar.

Recomendaría este lugar.

Siempre vuelvo a este hotel. La primera vez, el personal me ayudó a encontrar lo que perdí. Tiene todo lo que necesito: aparcamiento cercano, utensilios de cocina, TV, senderismo, pesca. Volveré para una escapada.

Una de las cosas más divertidas de mi estancia en Alcalá de Moncayo fue la experiencia de alojarme en una casa con tres plantas. ¡Definitivamente no fue una experiencia de una sola planta como cualquier otro hotel! Incluso tuve la suerte de tener dos habitaciones en la última planta, que se sentían como una sola debido a la falta de separación. Fue como vivir en una casa de muñecas gigante, ¡una experiencia única!

Dificultad de aparcamiento.

Increíble ubicación cerca del hermoso pueblo de Tarazona de Aragón. Me sentí como si estuviera en un cuento de hadas mientras exploraba sus calles empedradas y admiraba su impresionante arquitectura medieval. ¡Fue como un viaje en el tiempo!

Difícil acceso con coche.

la anfitriona muy amable y disponible, la casa limpia y con todo lo necesario, fácil de aparcar fuera del pueblo

la casa de casa tuerta en alcalá de moncayo superó mis expectativas durante este viaje matutino. la anfitriona fue muy amable y me hizo sentir bienvenido.

La cercanía de Zaragoza Airport a la propiedad es impresionante, ¡casi puedes lanzar una piedra y llegar allí! Fue tan conveniente para mí llegar y partir del aeropuerto sin tener que viajar largas distancias. Definitivamente, una gran ventaja para aquellos que buscan un viaje sin complicaciones.

Escaleras para aquellos con movilidad reducida.

Alojarte en Casa Tuerta fue una experiencia de lujo. Es como estar en un palacio, pero con el ambiente más acogedor y relajado. Pasé horas allí charlando con otros huéspedes y disfrutando de la tranquilidad del lugar. ¡Me sentí como en la corte de un rey!

Escaleras complicadas para algunos

La ubicación de este lugar es excelente, ya que está cerca de lugares turísticos populares como el Monasterio de Veruela y el Moncayo. Además, la casa cuenta con todas las comodidades necesarias, como una lavadora, un lavavajillas y un completo menaje de cocina.

El anfitrión no se preocupó por encender el calentador de agua, lo que llevó a que tuviéramos que ducharnos con agua fría.